Bogotá y su ineficacia para reducir la obesidad infantil
Las políticas públicas de las últimas dos alcaldías no han sido suficientes para disminuir los casos en los niños que residen en la capital.
Durante el gobierno de Gustavo Petro (2012-2016) y Enrique Peñalosa (2016-2020) las estadísticas de obesidad infantil en Bogotá aumentaron. En el 2014, según la Encuesta Multipropósito desarrollada por la Secretaría Distrital de Planeación y el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), los niños escolares con obesidad pasaron de 15,9% (2010) al 17,2% (2014). Mientras tanto, en el mandato de Peñalosa, el Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional – SISVAN, de la Secretaría de Salud, la proporción de exceso de peso en la capital aumentó de 27,6 (2016) a 29,6 (2018).
A pesar que, en el 2004 la Organización Mundial de la Salud (OMS) catalogó la obesidad como la epidemia del siglo XXI, cada vez más personas tienen esta condición. Es importante resaltar que la obesidad va de la mano con las enfermedades crónicas no transmisibles, las cuales provocan el 71% de muertes a nivel mundial, como la diabetes, hipertensión, depresión, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Bogotá Humana
Dentro del Plan de Desarrollo publicado al inicio de la alcaldía del mandatario Gustavo Petro, se tenía estipulado el objetivo de “Poner en marcha estrategias de detección y tratamiento de la obesidad en niños, niñas y adolescentes”, con el fin de reducir la prevalencia de 24,2 a 18. Aunque se realizaron asesorías personalizadas a más de 3500 niños con exceso de peso u obesidad, entre los 6 y 17 años; al finalizar la alcaldía de Petro, no se pudo identificar específicamente si se cumplió con el objetivo de reducir la prevalencia de exceso de peso. Lo anterior se puede constatar en el informe de la Secretaría de Salud titulado ‘Balance y seguimiento de las políticas de interés en salud pública en el distrito capital (2012 -2015)’, ya que allí no se evidenció ninguna medida específica para contrarrestar la obesidad infantil. De hecho, en un apartado del documento afirman que “deben seguir haciéndose esfuerzos importantes para avanzar (…) en la reducción del sobrepeso y la obesidad en los niños, niñas”. Las únicas medidas que se encontraron fueron el programa ‘Al Colegio en bici’ y una aprobación de proyecto de ley por parte del Concejo de Bogotá. La primera era respaldada por la Secretaría de Educación y comenzó en el 2014. El programa benefició a más de 4.000 estudiantes en 13 localidades con el fin de que usarán la bicicleta desde sus hogares hasta la institución educativa e incentivar la actividad física. La segunda se presentó en el 2015 por la exconcejal Soledad Tamayo. Allí proponían crear programas educativos para todos los colegios de Bogotá que incluyeran iniciativas de hábitos saludables y un tamizaje a los estudiantes al principio de año para tener una referencia según su índice de masa muscular. De esa manera, se buscaba sensibilizar a la comunidad sobre los riesgos de la obesidad desde temprana edad. Sin embargo, una investigación realizada por Luis Fernando Alarcón Urrutia de la Universidad Nacional denominada ‘Análisis del referencial de las políticas públicas sobre prevención de la obesidad infantil en Colombia’, hace énfasis en la ausencia de medidas para identificar, trabajar y solucionar este problema de salud desde el 2006 hasta el 2014. Alarcón resalta que en Colombia no se tiene en cuenta la Ley 1355 de 2009, en la que se define la obesidad como una enfermedad de salud pública, ya que no encontró ninguna estrategia metodológica para combatirla. Además, al no implementar políticas públicas no se está asegurando y promoviendo los derechos de niños y niñas en el país. La indiferencia en los organismos locales ha provocado inconformismo en la rama de la salud. Ricardo Nassar, especialista en cirugía bariátrica de la Fundación Santa Fe, afirmó “Lo que se está haciendo en el país es muy pobre. Las normas de salud pública no tienen buenas campañas de educación que promuevan mejores hábitos nutricionales. Muestra de ello es que tenemos que intervenir a muchos pacientes con obesidad mórbida”, así expresó Nassar, al diario El Espectador a finales del 2012, su preocupación al notar que las cirugías practicadas a niños y adultos entorno a este problema aumentaron a 160 en ese año. |
La Organización Mundial de la Salud (OMS) catalogó la obesidad como la epidemia del siglo XXI.Las únicas medidas que se encontraron fueron el programa ‘Al Colegio en bici’ y una aprobación de proyecto de ley por parte del Concejo de Bogotá. |
Bogotá Mejor para Todos
Enrique Peñalosa y su Gobierno reconocieron inicialmente que hay un problema con relación a la doble carga nutricional que tiene la ciudad: desnutrición y obesidad. Este último se destaca en el ‘Plan Territorial de Salud para Bogotá, D. C. 2016-2020’. El documento identifica la importancia de instaurar medidas de prevención desde la infancia, así como intervenir los entornos obesogénicos; la OMS lo define como los espacios que fomentan la ingesta de calorías y el sedentarismo. Desde la Secretaría de Salud se implementaron políticas públicas para mitigar este problema. Claudia Liliana Ochoa, Referente de Seguridad Alimentaria Nutricional de la Secretaría Distrital de Salud, explicó que “Bogotá Vital” fue una medida que realizaron para combatir desde 5 enfoques diferentes la obesidad infantil: actividad física, alimentación saludable, calidad del aire, consumo de tabaco y alcohol. Según Ochoa se debe tener en cuenta que la obesidad es una enfermedad multifactorial y no depende sólo de lo que hagan las Instituciones Distritales. “Nosotros lo que tratamos es que esta cifra no siga aumentando, sino que, se mantenga o disminuya. Sin embargo, no es tan fácil porque, este problema no solo se genera por una mala alimentación o el sedentarismo, es una enfermedad que es multifactorial y en esa medida ataca todos los factores”. Esperanza Fajardo, Nutricionista – Dietista, investigadora y Docente de la Facultad de Medicina en la Universidad Militar Nueva Granada, coincide con la declaración de Liliana Ochoa y agrega que “la obesidad se va a combatir realmente con unas intervenciones multifactoriales. No solo el sector salud debe aportar, también los entes gubernamentales, la industria de los alimentos y los medios de información”. De igual manera, la Dra. Fajardo dentro de su investigación ‘Obesidad infantil: otro problema de malnutrición’, realizó estudios a poblaciones escolares en Bogotá. En sus conclusiones encontró “Una prevalencia de exceso de peso en alrededor del 38% en población escolar, que es la que nosotros hemos estudiado. En los diferentes colegios que hemos analizado, encontramos cada vez más y más prevalencia de obesidad”. Los colegios son ambientes claves para fomentar hábitos saludables en los estudiantes. Por eso desde la Secretaría de Educación, a través de los Programas de Alimentación Escolar (PAE), proveen alimentos a más de 780.000 niños. El PAE es una estrategia que se divide en dos modalidades: refrigerios y desayunos -almuerzos; las cuales hacen parte del Servicio Integral de Desayunos y Almuerzos Escolares (SIDAE). Por el momento no están completamente publicados los datos sobre la eficacia de las estrategias implementadas en el Gobierno de Enrique Peñalosa, pues falta el 2019. Sin embargo, Claudia Ochoa afirmó que lo más probable es que las cifras sigan en aumento por los factores externos que influyen en el desarrollo de la obesidad infantil. Medidas por cumplir En el 2016, según la OMS se registraron 41 millones de infantes menores de 5 años con sobrepeso u obesidad. Pese a que la estadística es de hace 4 años, sin duda en una cifra alarmante. La falta de regulación de etiquetado en los productos altos en sodio, azúcares y grasas; la publicidad de productos no saludables dirigida a menores; el incumplimiento en el tiempo de actividad diaria en los niños (60 minutos); y la desinformación en los acudientes al momento de alimentar a los pequeños, son algunos de los focos que deben centrarse tanto las Entidades Distritales como los núcleos familiares para impedir que Bogotá siga acercándose a la epidemia del siglo XXI. |
“La obesidad se va a combatir realmente con unas intervenciones multifactoriales. No solo el sector salud debe aportar, también los entes gubernamentales, la industria de los alimentos y los medios de información”. |
Obesidad infantil en Bogotá - Problemática tiendas escolares
Colombia presenta casos de malnutrición tanto por desnutrición como por sobrepeso u obesidad. Los niños pasan la mayor parte de su formación en los colegios y no están rodeados de los mejores alimentos para crecer sanamente, porque estos contienen exceso de azúcar, grasas y sodio.
Desde la Secretaría de Salud de Bogotá explican las medidas que están realizando para desarrollar en los estudiantes hábitos saludables. Claudia Liliana Ochoa, referente de seguridad alimentaria de la Secretaría de Salud, expone los factores que están tratando para tener productos saludables en las tiendas escolares de los colegios bogotanos. |
Medidas implementadas por la Secretaría de Salud en Bogotá
Claudia Liliana Ochoa, referente de Seguridad Alimentaria Nutricional de la Secretaría Distrital de Salud, explicó las estrategias que se realizaron en la Alcaldía de Enrique Peñalosa.
Estadísticas sobre el exceso de peso en Bogotá
Desde el 2012, la Secretaría Distrital de Salud junto con el Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional (SISVAN) han realizado un seguimiento constante a los alumnos que se encuentran en los colegios asociados al programa de la capital. Cada año los estudiantes entre 5 y 17 años son caracterizados con el fin de conocer su situación nutricional y alimentaria. Allí se identifica la doble carga nutricional que hay en la ciudad: delgadez y exceso de peso. Aunque la primera viene descendiendo en los últimos años, la segunda ha aumentado considerablemente. De hecho, en el análisis publicado por el Observatorio de Salud de Bogotá hacen énfasis en esa situación “Comparando la delgadez y el exceso de peso en este grupo poblacional, se observa que por cada niño con delgadez, hay 29 niños con exceso de peso”.
A continuación, se evidenciarán los resultados del seguimiento hecho por el SISVAN durante 6 años.
A continuación, se evidenciarán los resultados del seguimiento hecho por el SISVAN durante 6 años.
Exceso de peso en Bogotá 2012 – 2018
El 2016 fue el año que más casos presentó de exceso de peso en la capital con 29.998. Mientras que, cuatro años atrás se dio la cifra más baja - hasta la fecha - de estudiantes entre los 5 y 17 años con esa condición.
Es importante aclarar que en la siguiente gráfica no se incluyó los datos del 2019, pues solo están los del primer semestre; aunque se conoce que en ese lapso se identificó a 12.004 estudiantes con exceso de peso.
Es importante aclarar que en la siguiente gráfica no se incluyó los datos del 2019, pues solo están los del primer semestre; aunque se conoce que en ese lapso se identificó a 12.004 estudiantes con exceso de peso.
Comportamiento exceso de peso en las localidades bogotanas entre el 2012 y 2018
Sumapaz es la localidad que menos casos ha registrado durante todo el proceso de medición, aunque eso se debe porque hay menos población estudiantil comparada con otras zonas. Es preocupante que durante cuatro años consecutivos Suba lidere el ranking, dicha situación puede ser reflejo de la poca efectividad en las políticas públicas tanto en los colegios como en la localidad.
Por otro lado, la categoría denominada ‘Sin dato’ ha disminuido sus cifras, lo que evidencia un mejor tratamiento de datos, por parte de SaluData y el Observatorio de Salud de Bogotá, al identificar específicamente la ubicación del caso en la ciudad.
Por otro lado, la categoría denominada ‘Sin dato’ ha disminuido sus cifras, lo que evidencia un mejor tratamiento de datos, por parte de SaluData y el Observatorio de Salud de Bogotá, al identificar específicamente la ubicación del caso en la ciudad.
Exceso de peso estudiantil en Bogotá por localidades en el 2018
Engativá y Ciudad Bolívar fueron las localidades que presentaron un mayor crecimiento de casos con relación al 2017. La primera pasó de 2052 a 3086 y la segunda aumentó de 562 a 1635. Dentro de los datos obtenidos, solo se ve una disminución considerable en Tunjuelito, al disminuir en 348 los casos de exceso de peso en la población estudiantil.